jueves, 20 de marzo de 2008

La mosca y el sol

Era invierno y una mosca entumida voló al sol. Había avanzado menos que lo suficiente cuando detuvo su trayecto. Yo hasta aquí nomás llego, se dijo. Desde su posición vio que el mundo era otro y eso la llenó de terrores. Bajó como pudo y se salvó de milagro. Aterrizó en unas heces de perro. ¡Éste es mi lugar!, exclamó.

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