jueves, 20 de marzo de 2008

El gorrión y los dos temblores del cielo

Un gorrión volaba sobre su barrio de siempre cuando vino un temblor de cielo que le dejó el alma intranquila. Todo el aire había vibrado en torno a él y sin embargo, nada de aquello se palpaba. No había a qué apelar para recuperar la irresponsable cordura. Las ondas que le distorsionaron la visión iban ya muy lejos; pero quedaba la reverberancia.
El panorama se le antojó pálido y brumoso. El mismo sol brillaba menos, como si lo tapara una nube.
Sobrevino entonces un segundo sismo en el cielo, que acrecentó su malestar. Dos temblores en un solo día. Muy raro fenómeno, pero no imposible. Ha habido casos.
El gorrión se refugió en una rama a capear la segunda vibración, que duró unas cuantas horas. No era momento de buscar gusanos enroscados ni de batir las alas, pero ¡cuánto echaba de menos su rutina!

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