viernes, 21 de agosto de 2009

La Biblia de las moscas

Entraron el domingo puntualmente las moscas a la iglesia, todas vestidas de negro y las hembras con un velo; ante el altar lucía el Dios Araña con un alfiler atravesado en el abdomen.
Padre moscardón leyó la Biblia, las moscas se santiguaron.
"Al principio era el Verbo -proclamó- y luego vino lo importante. El Dios Araña bajó del Cielo y creó los árboles, la vaca, la cola de la vaca, la caca de vaca y también creó el azúcar. El penúltimo día creó a la mosca y cuando vio lo que había hecho se retiró a su nido y dispuso el último día para gozar de lo creado. Pero antes les dijo: cuidadito señoras moscas, que aquí mando yo".
Las moscas, arrodilladas en cuatro patas, se retiraron de la iglesia prometiendo ser mejores; a los cinco minutos ya estaban comiendo caca.
El Dios Araña las miraba desde el árbol, con sus patas tornasoladas que inspiraban terror. Habría podido descolgarse hasta dar con ellas, pero prefería que subieran al Cielo, por comodidad.
Los perros veían la escena y comentaban: "Aún quedan inocentes en la selva".
Moraleja: Cada uno aferrado a sus dioses, productos de toda una historia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sí, asi es, dioses creados a la medida de cada uno...