sábado, 30 de octubre de 2021

El albino hermafrodita

Cuentan voces deslenguadas y privadas de criterio que hace miles de años existió una raza de mortales que se medía de acuerdo con sus capacidades, de tal forma que los más capaces gobernaban a los incapaces. Reconociéndose los incapaces como tales, no osaban contradecir los mandamientos. Admitían haber gozado de las mismas oportunidades que sus gobernantes; admitían haberlas derrochado o simplemente no haber dado el ancho para sacar partido de ellas. La descomposición, que es más poderosa que cualquier designio, fue horadando poco a poco a esta raza, que acabó por desaparecer de la faz de la tierra. Dicen estas lenguas viperinas que su último mandamás fue un albino hermafrodita incapacitado de razón. Emitía decretos originados en sus dolencias y placeres, mientras los incapaces daban cuenta del banquete. No hay pruebas de esta historia; subyace a través de la leyenda y en realidad no enseña nada: tan difícil es que ocurra algo semejante en este mundo.