martes, 5 de mayo de 2009

La paloma y el palomo en su torre de marfil

Ansia, paloma mía, de volar a la inmensidad de tu espacio
Ansiosa te adivino por la trampa en que has caído
Te han cazado, esconde tu desdicha
Procede en este instante el buen lamento

Asustada del fuego se confina la paloma en su torre de marfil, y con ella su palomo. Vibran sus plumas con el pasar de los días en el lóbrego y lechoso anonimato, pero se ha visto a muchas flores florecer en el encierro y la humedad de la noche. Mal augurio para ambos, la paloma cautiva y el palomo receloso. La torre se inflamará con oleadas de pasión que los absorberán en su escondite; será para ellos la luz del sol una ceguera embriagadora, y así, quemándose, devorándose a picotazos, los volverá a ver el mundo en su retorno.

Y cuando vuelvas a ser libre
Paloma
Yo estaré contigo, curando tus heridas
Beberás leche de mi mano
Mi calor te agradará como entibia la luz crepuscular
Serás feliz, sentirás todo lo que se puede sentir de la felicidad
Nos darán la entrada al eterno paraíso
Donde las flores y las mariposas son almas errantes

1 comentario:

La Lechucita dijo...

Belleza en estado puro....