martes, 6 de abril de 2010

El león, el quiltro y el búho

-¡Ja ja ja, qué te trae por aquí, buen amigo! -le dijo el león al quiltro.
El quiltro respondió:
-Ando buscando sobras.
Dijo el león:
-Si me permites el consejo, te noto amargado y eso no es bueno para la salud.
El quiltro respondió:
-¿Acaso tengo razones para ser feliz? Cada día que pasa mi pesar se alimenta de motivos extras.
-Cambia de vida -dijo el león.
-Fácil decirlo -dijo el quiltro.
Pasó el búho y vio la escena. El león lo saludó cortésmente; el quiltro apenas lo miró.
Dijo el búho:
-La condena del quiltro es la condena del pueblo y la felicidad del león es la felicidad de los ricos.

Moraleja: la amargura que brota de la necesidad insatisfecha genera las grandes revoluciones pero no cambia el estado de las cosas; la cúspide del éxito estará poblada siempre por los mismos, aunque el bienestar les nubla la vista y la razón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Entre la luz y la oscuridad hay una linea divisoria, entre el rico y el pueblo, también. Es por esa fina linea que el sabio sale del circulo vicioso.

Un gran abrazo

La Lechucita volatinera