Hubo una época en que los animales vivían mirando al cielo. Esperaban descubrir algo que los sacara de su estado de inercia. Las bestias aladas, terrestres y acuáticas se morían irremediablemente, las especies iban desapareciendo de la faz de la tierra y la naturaleza vegetal se adueñaba otra vez de campos y ciudades.
Una tarde de tormenta vieron pasear a mamá águila entre las nubes. En una garra llevaba a su polluelo y le enseñaba a volar. Los animales enloquecieron de placer:
-¡Pajarito nuevo! ¡Pajarito nuevo! -se gritaron unos a otros.
Los animales revivieron y la fauna de la selva se mantuvo saludable, pero no digamos que fue para mejor.
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1 comentario:
Esta claro que nunca se sabe lo que es para mejor o para peor....
Me recordó una fabula India...
Un abrazó
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