jueves, 28 de enero de 2010

Las comadres gallinas, el zorro, el buey y la mosca

Las comadres gallinas parloteaban en el corral de esos temas que suelen hablar las gallinas. Pasó el buey con el arado a cuestas y les advirtió: "Déjense de cacarear". Las gallinas no le hicieron caso. A la vuelta de la cuadra les advirtió de nuevo: "Déjense de cacarear, gallinas chismosas". Las comadres no se dieron por aludidas.
Al rato pasó el zorro y las aduló. Lo primero que les preguntó fue qué dieta estaban haciendo para verse tan delgadas; lo segundo, que bálsamo se echaban para acentuar el brillo de sus plumas. Las gallinas lo miraron, sorprendidas. Una se fijó en sus ojos penetrantes, la otra en su espeso pelaje.
Cuando el buey pasó de nuevo encontró al zorro en el corral, limpiándose los colmillos.
-¿Qué se hicieron las dos comadres chismosas? -le preguntó.
-Oí tu consejo y lo puse en práctica, sociate. Y las comadres dejaron de cacarear -le respondió el astuto animal.
La mosca, ofuscada, gritó desde el cacho del buey:
-Vamos arando y menos conversa.
El buey no la tomó en cuenta y le habló al zorro:
-No me ayude tanto, compadre.
Moraleja: las fábulas podrán servir para cualquier cosa, menos para cambiar la conducta de los animales. Cada cual se hace el que aprende de ellas, pero lo que busca de verdad es reafirmar su naturaleza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cambiar, cambiar poco cambiamos todos...cada cual con su naturaleza.

Un abrazo

L.